mayo 26, 2009

.zombie morning.



A mi me da por relacionar los recuerdos de lugares con sus sonidos al amanecer, o mejor dicho, a mi despertar.

Es por eso que cuando pienso en Ebano, recuerdo esto: el cantar de un gallo y las risas de mujeres en la cocina. La casa de mi infancia: a una irrupción de grillos. Las estadías en Tampico: belleza regando el césped. Las cuatro noches en Cancún: risillas de gringos y agua golpeando un muelle. El ultimo año y medio: el sonido de las hojas de bambú golpeándose entre si.

Pero acabo de vivír el que ahora esta en mi top 10 de amaneceres. En la lejanía, un piano tocaba la melodía perfecta, mientras que en la calle reinaba el silencio como nunca... como si una invasión de zombies hubiese devorado al resto de la humanidad (sin que eso me diera miedo).

3 comentarios:

Peña 2016 - Grillopolis dijo...

A mi me pasa igual, sobre todo los lugares donde pasé mi infancia...la diferencia es que tengo mucho tiempo que no tengo un buen despertar...

cuchillita dijo...

ay...que bonito niña!, yo la verdad es que cuando me despierto sólo tengo sueño..jajaja,así es que no se que te puedo decir, pero es muy bonito lo que dices, Un besito

René Alanís dijo...

Debió ser un amanecer increíble. Es algo que jamás piensas que va a pasar: un piano sustituyendo el bullicio urbano. Debió ser como la introducción de una película: no hay más audio en la escena que el soundtrack. Yo me hubiera sentido afortunado de presenciarlo. Tendría un motivo más para salir a la calle con una sonrisa.