febrero 24, 2010

.el hacedor de fotos.

Renton Girl & Boquita Blasfema

Cuando vamos a Gandhi me gusta acompañarte a la sección de literatura universal y ver como buscas libros por el apellido en medio de la desigualdad de tamaños y colores. Siempre hay buena música, algo de jazz para ambientar la compra, por lo que se ha vuelto una costumbre que yo te jale para bailar un minuto o dos al ritmo de la música, esta ultima vez entre la A de Paul Auster y la C de Arthur Conan Doyle. Y como siempre los de Gandhi nos dejan ser.

Al día siguiente tengo la seguridad, a propósito del libro La carretera, que al llegar el apocalipsis mantendrás tu bondad. Un requisito indispensable para mi. Y mientras preparabas el café , me peino y escucho tu música rara con tambores japoneses.

Me voy y compro un maceta con tulipanes para C. Me esmero en que le pongan un papel amarillo y un lazo rosa como adorno. Camino y descubro que andar por las calles, con una maceta de flores para regalo esta en esa lista de cosas pequeñas y sencillas que me ponen de excelente humor.

Mas tarde me invitas un bagel, a ese lugar donde los preparan con manzana y atún (suena raro pero sabe bien), hablamos sobre Naranja Mecánica y por supuesto que eso lleva a cualquiera indagar sobre el uso del idioma. Volvemos y vemos algo de Allen porque nos da seguridad. Tenemos lindos sueños.

¿Ya te dije que cada día tomas mejor las fotografías?

.Operación Tulipán.


Los tulipanes que mi Ma me regaló el 14 de febrero estan moribundos. Al parecer aquellos que venden en HEB (o cualquier centro comercial) tienen los días contados si no se les traspasa a una maceta más grande y con mejor tierra. Esperemos que sobrevivan. Abra que regalos cada dos dias, mantenerlos a la sombra a una temperatura fresca, hablarles (dice mi vecina) o ponerles música de Chopin... Se comprueba eso de que siempre es más difícil construir que destruir. Valdrá la pena si veo florecer los tulipanes de nuevo.

febrero 17, 2010

.vestigios.


Para hoy solo una frase de Fear and Loathing in Las Vegas:

"Panico. Se acercó a mi espina como las primeras vibraciones de un frenesí ácido. Ahí estaba yo. Solo en Las Vegas, completamente torcido por las drogas, sin dinero en efectivo, sin historia para la revista, y como si eso fuese poco, una gigantesca condenada cuenta de servicios del hotel para pagar. ¿Cómo manejaría Horatio Alger esta situación?"

febrero 08, 2010

.mercado de antiguedades.

Mariela en Morelia.

Algunas personas parece que nacieron siendo serios y responsables. Existen otros a los que conoces en la adolescencia y al pasar más de una década siguen actuando igual, portando el mismo peinado y el mismo tipo de jeans (¿o será el mismo par de jeans?).

Lo más común es que nos aferremos a las etapas más felices de nuestras vidas, al menos con algo distintivo. Un tatuaje, un auto, una peinado o un habito extravagante. Es por eso que el mercado de lo "nostálgico" es tan buen negocio por estos días. Por mi parte recuerdo con especial cariño el cassette que Lorena me dio con canciones de los Smashing Pumpkins, las camisas de franela, las tardes escribiendo bajo trance y si nos vamos un poco más para atrás, aquellas apariciones de mi madre en los festivales de la escuela. Como debía pedir permiso para salir del trabajo, solía sentirme triste pensando que no llegaría y siempre al ultimo minuto, antes de que yo saliera a interpretar una coreografía con su disfraz correspondiente, ella aparecía portando su uniforme de enfermera impecable. Aun me emociono al recordarlo.

Ayer racionalicé que la Mariela de hoy tiene altas dosis de la Mariela de mi infancia. Yo que quiero ser glamurosa y sofisticada, pero me salé más lo funny girl.

Solo espero tener la suerte de que al encontrarme con buenos viejos amigos, me digan con gusto: No haz cambiado.